Un Pingüino en mi Ascensor comenzó en Madrid en 1985 como el proyecto solitario de José Luis Moro. En 1987, lanzó un mini LP, incluyendo el éxito Espiando a mi vecina. En 1988, publicó El balneario, considerado uno de los álbumes del año en España, con canciones como Atrapados en el ascensor. Mario Gil, antiguo miembro de bandas de la movida, produjo el disco y se unió al proyecto, convirtiéndolo en un dúo.
A partir de entonces, lanzaron discos como Disfrutar con las desgracias ajenas (1989) y La sangre y la televisión (1990). Sin embargo, en los años 90, decidieron priorizar otras actividades: Mario Gil en la composición para televisión, y José Luis Moro en la publicidad, donde fundó su agencia y acumuló premios, incluidos 16 Premios Ondas. A pesar de sus compromisos profesionales, continuaron actuando y editando música, incluyendo Secuelas en 2024, un álbum con secuelas de canciones de los 80.
Para marcar el 40 aniversario de la banda, José Luis publicó un libro que reúne las letras de sus canciones, fotos y recuerdos, destacando el dilema de encaje de la banda: demasiado indie para los pijos y demasiado pijos para los indies. Este tema se refleja en el diseño del libro, que sobresale físicamente al colocarse con otros, simbolizando su lugar único. A lo largo de cuatro décadas, Un Pingüino en mi Ascensor ha mantenido su esencia original, sin encajar completamente en la corriente dominante del panorama musical español.



